Dos ataques al banco Santander en solidaridad y en contra de las prisiones y el equipamiento militar: Hemos reventado la cristalera de la sucursal del banco Santander que da de frente a la Jungstraße (en la esquina con Fankfurter Allee, en el distrito de Friedrichshain) y atacado con bombas de tinta la sucursal localizada en Pankstraße.
El banco Santander está implicado en inversiones relacionadas con las prisiones, así como inversiones relacionadas al sector de aviación militar. Por ejemplo, más de 60 millones de euros serán invertidos en Sistemas BAE (compañía de defensa, seguridad y aeroespacial) y Rolls-Royce (compañía de defensa, sistemas de energía e ingeniería de aeronaves). Por supuesto, existen aún otras inversiones; estas dos son solamente mencionadas como ejemplo, dado su considerable tamaño. Para nosotrxs, la producción o el financiamiento de drones, tanques, sistemas tecnológicos de información militar y aeronaves de combate representan uno de los más grandes males que una empresa capitalista o un banco puede hacer en beneficio de sus intereses.
Deplorar todo esto inefectivamente o realizar demandas no significa nada para nosotrxs. Si fuera posible alcanzar avances “significativos” con apelaciones morales o con listas de firmas de peticiones críticas o investigaciones parlamentarias, todo lo anterior no habría siquiera de existir. Después de más de un siglo de acumulación militar en el capitalismo y a más de 70 años bajo un “Estado moderno”, deberíamos haber aprendido que no podemos hacer sin la acción directa. Va sin decir que esto no implica el destruir ventanas cada noche.
Estamos de acuerdo en el siguiente punto con una célula del Frente de Liberación de la Tierra en Chile, que más o menos hicieron lo mismo que nosotrxs:
“Acciones como la que realizamos no detendran la nocividad del sistema por si solas, sino un conjunto amplio de metodos por un mismo fin. Aunque presente sea adverso no dejaremos de intentarlo una y otra vez.”
El financiamiento de armas no es suficiente para Santander; las prisiones están dentro de sus intereses también. Justo como aquí, en las prisiones a través de España y Sudamérica, la mayoría de lxs encarceladxs son lxs sin nada que no tienen sitio en el sistema capitalista pero que siguen vivxs. Estamos bien al tanto de los debates controversiales al respecto de la solidaridad con lxs prisionerxs. Pero lo que sabemos con certeza es que este mundo se está volviendo más y más un mundo de cámaras de vigilancia, policías, servicios de seguridad y prisiones, que no pueden ser constantemente justificadas bajo el argumento que todxs aquellxs “dentro” son perpetradorxs de una violencia brutal, porque en ese caso, hablando objetivamente, lxs usuarixs del equipamiento patrocinado por Santander deberían encontrarse también en prisión. Pero este no es el caso.
Desafortunadamente, nuestro ataque con pintura en la sucursal ubicada en Pankstraße no fue un gran golpe, pero nuestrxs compas (“individuos en solidaridad“, “Comando Sebastián Oversluij Seguel“) entenderán, porque como todxs sabemos: nada ha acabado…
Saludos y fuerza a Paz y Chrystal (detenidas en Santiago de Chile el 29 de marzo; liberadas bajo condiciones restrictivas el 2 de mayo), Tamara Sol (actualmente presa en Chile) y a Mónica y Francisco (actualmente encarceladxs en España)
Gruppo Informale