Jornada de lucha internacional de las mujeres del 2015 en Friburgo

8.März Plakat

**Manifestio en español** Jornada de lucha internacional de las mujeres del 2015 en Friburgo

El 8 de marzo es, desde 1911, un símbolo de la lucha por la liberación de las mujeres, lesbianas, trans, intersexuales y queer contra la opresión estructural, la explotación económica, la violencia sexual y los roles impuestos por el patriarcado. En el mundo entero hay mujeres, lesbianas y trans luchando por sus derechos y libertades: desde las trabajadoras del textil en Bangladés hasta los cantones autónomos en el Kurdistán, pasando por las protestas contra la reaccionaria ley antiabortista en España.


En Friburgo varias mujeres, colectivos feministas y grupos de izquierdas se han juntado con el objetivo de repolitizar y celebrar esta fecha. Los diferentes grupos queremos sacar conjuntamente a la calle nuestras ideas y reivindicaciones para el 7 de marzo.

 

¡Apostamos por el feminismo!


Se nos asegura que los hombres y las mujeres en Alemania tienen igualdad de derechos y oportunidades de acceso a un empleo, a la educación y a la política. No obstante, en nuestro día a día podemos constatar que entre ambxs todavía hay grandes diferencias. Y a pesar de ello no reparamos en las condiciones estructurales y las relaciones de poder subyacentes a esta desigualdad. Aunque la crítica que se hace desde el feminismo se sigue tachando a día de hoy de rancia, aburrida e innecesaria; para nosotrxs es del todo actual e imprescindible. ¡Luchamos por una perspectiva feminista de nuestros derechos y libertades!

 

Combate el sexismo y la imposición de género: ¡sé tú mismx!


En la publicidad, en las películas, en los escaparates… Por todas partes se nos dice cuál debe ser nuestra estética. En el caso de las mujeres se les impone un prototipo de mujer esbelta, deportista, depilada y sexy. Solo si cumples estos requisitos se te considera una “mujer de verdad”, es decir, una mujer deseable, atractiva y reconocida como tal. En nuestra sociedad actual no hay cabida para todas las posibilidades intermedias. La situación de lxs trans, intersexuales y queer es especialmente difícil, porque no encajan en ninguno de los dos prototipos normativos de hombre ni de mujer. Además se enfrentan a una alta presión social para sucumbir a los respectivos requisitos e ideales de belleza. Por eso reivindicamos una sociedad en la que se acepten más de dos identidades de género para que las personas sean libres de expresarse como se sientan.

 

¡No es no!


Vivimos en una sociedad en la que el acoso sexual, así como la violencia sexual y doméstica hacia las mujeres se perciben con una brutal naturalidad. Según un estudio de la UE, una de cada tres mujeres ha sufrido una agresión física o sexual desde que cumplió los 15 años. A menudo se carga sobre las propias mujeres y chicas la responsabilidad de autoprotegerse. Por ejemplo, se les dice que hagan cursos de autodefensa y que no lleven ropa provocativa. ¡Luchamos por una sociedad en la que las mujeres no sean un objeto!

 

¿Quién se cuida de ello?


Muchas mujeres trabajan en condiciones laborales vulnerables, en sectores mal remunerados o sectores que son tachados de “trabajo de mujeres”. En consecuencia se ven afectadas en particular por la pobreza entre la gente mayor y por el desmantelamiento creciente de la sociedad del bienestar, lo que conlleva que en muchos casos sigan dependiendo de los hombres. De esta manera son las mujeres las que en empleos del sector social, de la educación y de cuidados y asistencia se encargan de las tareas como el cuidado de los niños y niñas, las personas mayores y las personas enfermas, a la vez que el empleo está mal remunerado. Exigimos que se revaloricen los empleos en este sector y que sean reconocidos como un pilar fundamental de nuestra sociedad.
En este contexto las mujeres deben asumir una doble carga, puesto que el trabajo doméstico y de cuidados sigue recayendo sobre ellas al mismo tiempo que pasan a integrarse en el mercado laboral. El capitalismo se aprovecha del trabajo reproductivo y de cuidados de las mujeres, cuya existencia es necesaria para sostener la relación de explotación de la fuerza de trabajo, ya que es un trabajo que no está reconocido como tal y por tanto no está remunerado. Además, el trabajo doméstico y de cuidados que las familias de los países ricos no quieren hacer es asumido por mujeres de países más pobres, lo cual refuerza la desigualdad laboral y de género a nivel mundial. ¡Luchamos para que las trabajadoras domésticas y las encargadas de los cuidados en las familias tengan un reconocimiento y una cobertura social completa!

 

¡Solidaridad sin fronteras!


Mujeres, lesbianas y trans con distintos orígenes no solo sufren los ataques del sexismo sino también del racismo. De forma reiterada se ven abocadas de forma sistemática a unas condiciones laborales y de vida precarias como consecuencia de las políticas de inmigración racistas del gobierno alemán. Incluso cuando esas mujeres, lesbianas y trans consiguen la categoría de residentes, son discriminadas a diario porque son juzgadas y tratadas de forma racista. ¡Luchamos para borrar las fronteras y por la autonomía de todxs!

Súmate a la lucha por una sociedad en la que las personas puedan vivir libres de explotación y opresión, en la que las personas no sean clasificadas por su “valor de uso”, en la que las personas puedan vivir libres de las etiquetas de género, color de piel, origen, estado de salud, edad y sexualidad.

 

¡Ven a la manifestación del 7 de marzo a las 15 h en la Platz der alten Synagoge de Friburgo!


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